A medida que la sociedad es más consciente de su salud, lo que consumimos comienza a ser influenciado por las "modas" alimentarias, pero lo que compramos también puede estar influenciado por las tendencias generales del público, por ejemplo, el movimiento hacia los "envases verdes" y la reducción del uso de plástico de una sola vez. Estos presentan múltiples desafíos para el fabricante moderno de alimentos y bebidas, desde problemas relacionados con la producción a gran escala hasta cómo manejar nuevos materiales y procesos que nunca se previeron.